miércoles, 27 de febrero de 2013

Notas cortas: los parásitos más antiguos

Existen muchos tipos de interacciones biológicas, algunas son neutras para los bichos, otras son benéficas para ambos interactuantes y unas cuantas son perdudiciales para al menos uno de los organismos. Dentro de esta última categoría encontramos al parasitismo, una relación negativa para el huésped, pero benéfica para el parásito. Hay dos tipos principales de parásitos, los ectoparásitos, que viven fuera de su huésped como las pulgas y los piojos y los endoparásitos, que viven dentro de su huésped, dentro de esta categoría encontramos bichos como las lombrices y gusanos intestinales. Dada la naturaleza de su cuerpo blando, los parásitos rara vez se fosilizan con su huésped y son muy pocos los ejemplos que el registro fósil nos puede brindar acerca de los paleoparásitos.

Ejemplos de parásitos. Izquierda, una pulga de los gatos (Ctenocephalides felis), ejemplo de ectoparásito. Derecha, una lombriz solitaria (Taenia solium), ejemplo de un endoparásito.

El mes pasado, se publicó en la revista de libre acceso PLoS ONE un estudio que muestra evidencias de parásitos de hace 270 millones de años, lo que los convierte en los más antiguos conocidos en el registro fósil. El hallazgo estuvo a cargo de un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Río Grande, la Universidad Federal de Piauí, ambas de Brasil y la Universidad Estatal de Oregon, EUA. Se examinaron coprolitos (excrementos fósiles) espiralados de tiburón, procedentes de la Formación "Rio do Rasto", en la Cuenca Paraná, Brasil y datan del Pérmico. En total se encontraron 93 estructuras atribuidas a huevos de céstodos (parásitos conocidos como gusanos acintados, que incluyen a la solitaria) de 145 a 155 µm de largo y de 80 a 100 µm de ancho.

Arriba izquierda, corte de coprolito con huevos de céstodo. Arriba derecha, acercamiento a los huevos fósiles. Abajo izquierda, huevo de céstodo con embrión en desarrollo. Abajo derecha, reconstrucción parcial del huevo.

Si bien, estos huevos no han recibido ningún nombre científico, suponen el caso más antiguo de céstodos fósiles y arrojan luz sobre el mundo de los parásitos antiguos y sus huéspedes.


EVIDENCIAS:
- Huevos de parásito conservados en excremento fósil de tiburón del Pérmico medio.
- Anatomía comparada.

FUENTE:
Dentzien-Dias PC, Poinar G Jr, de Figueiredo AEQ, Pacheco ACL, Horn BLD, et al. (2013) Tapeworm Eggs in a 270 Million-Year-Old Shark Coprolite. PLoS ONE 8(1): e55007. doi:10.1371/journal.pone.0055007

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